Cada jueves los chicos que asisten a la colonia de la Municipalidad de Potrero de los Funes esperaban la llegada de los talleres de “Robótica de Verano” de la Universidad de La Punta (ULP) para explorar, jugar y divertirse. Este viernes, después de jornadas a puro entretenimiento, se despidieron de los kits con la promesa de reencontrarse con ellos durante el ciclo lectivo 2016.
“Robótica de Verano ha sido un éxito. Hemos podido llegar a muchos niños del interior y la capital puntana; los chicos han tenido un crecimiento: comenzaron jugando con legos y luego aprendieron a armar un robot”, destacó Pablo Miranda, responsable del Programa de de Robótica de la ULP.
Asimismo agregó: “Robótica está presente en casi todas las escuelas y va de la mano de las políticas del Gobierno provincial de llegar a todos los chicos de la provincia. En este proyecto, el acompañamiento de los docentes es esencial porque este conocimiento va apuntado a los chicos. Este tipo de herramientas son un incentivo para que los alumnos aprendan y puedan llevarse ese conocimiento transversal a otras áreas”.
Por su parte, las docentes a cargo de la colonia de vacaciones comentaron: “Los chicos disfrutaron a pleno todos los jueves con los talleres de robótica. Los incentivaba a trabajar en equipo y cada uno de ellos respetaba a su compañero con cada elemento de robótica que iban utilizando”. Y agregó: “Todos se engancharon: desde el alumno más tímido hasta el más extrovertido”.
Robótica: la actividad elegida por los chicos
Lara Magnien Perkmar (12) es una de las niñas que disfrutaron de los talleres de robótica. “El primer contacto que tuve fue en mi colegio; lo utilizamos como taller extracurricular”. Muy entusiasmada expresó: “Me siento orgullosa de lo que puedo hacer con los kits de robótica. Logré despertar mi imaginación; en mi casa cada vez que me aburro uso bloques de rasti”. Finalmente, dijo: “Estoy feliz porque cuando comience la escuela voy a poder seguir usando los kits de robótica”.
Por su parte, su compañera, Juliana Pamparone (8), contó: “Me encantan los kits de robótica. Podría estar todo el día jugando y aprendiendo. En la colonia de vacaciones fue la actividad que más me gustó; pude armar de todo: un trompo, un auto y un robot”.