“¿Se animan a exhibir sus trabajos más allá del aula?”, así recuerda Samanta Mendoza Arce (24) el momento en que una de las profesoras de la Universidad de La Punta (ULP) le propuso postular su cortometraje a una instancia clasificatoria del 63º Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Así de grandes son los desafíos a los que se enfrentan alumnos y egresados de la ULP por estos días.

Palabras Menos es uno de los tres cortos realizados íntegramente por alumnos de la casa de estudios provincial, que hoy están en la etapa de preselección del XIV Encuentro Internacional de Estudiantes de Cine: un certamen que se realiza en el marco del prestigioso festival mundial y que reunirá a lo mejor del séptimo arte, del 22 al 26 de septiembre en la ciudad vasca de San Sebastián.

“Cuando nos plantearon este desafío tuvimos muchas dudas. Pero siempre contamos con el apoyo y acompañamiento de nuestros profesores. Nos remarcaron que teníamos ideas y mensajes muy buenos para transmitir, y eso fue un verdadero incentivo para nosotros”, recuerda Samanta, quien cursa el segundo año de la carrera Guión y Dirección de Cine y Video. Y añade: “Además, era una oportunidad para mostrarle al mundo todo lo que hacemos en la ULP”.

Así comenzó este reto cinematográfico, en el que los alumnos asumieron el compromiso de trabajar en equipo y explotar su creatividad al máximo. “Todos nos propusimos dar el 110% para darle vida a nuestras ideas. Salir del aula era un desafío personal; nuestro objetivo era dejar algo en la audiencia”.

De este intenso trabajo surgieron tres cortos: El abrazo de Lucas Ramos, El Cerco de Agostina Losso y Palabras Menos de Samanta Mendoza. En este último, la joven realizadora explora los límites a la libertad de expresión y se pregunta qué más estamos dispuestos a perder. “Hablamos de revolución, de la familia, del amor, de los ideales… Intentamos mostrar que, pese a todas las trabas que se nos pongan en el camino, el cambio está en nosotros”, explica.

Recién en agosto se conocerá si los tres cortos de la ULP quedaron entre los 15 mejores del certamen. Hoy, todo está librado a la decisión de un comité de selección, que tendrá la difícil tarea de elegir entre cientos de producciones presentadas por las escuelas de cine más importantes del mundo.

“Todavía me cuesta creer que estamos en camino a uno de los festivales de cine más importantes del mundo. El único sentimiento que logro distinguir es el de felicidad”, afirma Samanta. Y añade: “Estar en la preselección ya es un logro importantísimo. Nuestros tres cortos se merecen estar entre los 15 mejores. De no continuar en concurso, sentimos que ya ganamos: ser parte de esta experiencia es el verdadero premio para nosotros”.

 Los chicos acudieron a actores y locaciones sanluiseñas para realizar este corto. 

ULP, la universidad donde se forman los cineastas

La guionista y directora de Palabras Menos llegó a la ULP en 2014, luego de haber estudiado la carrera de Locutor Nacional y Producción de Radio y Televisión en la Universidad Nacional de San Luis. “Siempre quise ser cineasta pero por la situación económica que atravesaba mi familia, me era imposible viajar a otra provincia o ciudad. Decidí esperar, estudiar otra carrera y ahorrar para el momento en que pudiera concretar mi sueño”, recuerda.

Poco tiempo después, cuando estaba finalizando sus estudios, decidió averiguar más sobre la propuesta académica de la ULP. Así llegó a la carrera de Guión y Dirección de Cine y Video. “Después de seis años de espera y a sólo ocho materias de egresarme de las otras carreras, me animé a concretar mi sueño en la ULP”, cuenta Samanta.

En la casa de estudios provincial encontró no sólo un hogar con todas las comodidades (actualmente vive en las residencias) sino, también, una universidad gratuita que está atenta a las necesidades de los alumnos y vela por su rápida inserción laboral; docentes con una amplia experiencia en el medio, que acompañan y forman con miras al mundo laboral; prácticas profesionales, tecnología de última generación y, por sobre todo, una gran calidez humana.

“La ULP nos prepara para superarnos día a día y estar a la altura del resto de las universidades de cine. Nada se puede comparar con saber que estoy aprendiendo y adquiriendo las herramientas necesarias para poder crear y pasar de una idea a un producto concreto”, concluye.