El trabajo, la dedicación y la pasión de los alumnos de la Escuela de Talentos de la Universidad de La Punta (ULP), volvieron a dar sus frutos en un certamen internacional de Ajedrez. En esta ocasión, fue en el XI Sudamericano Juvenil de Uruguay, donde Pablo Acosta (14) ganó todas sus partidas y se adjudicó dos medallas de oro consagrándose campeón en las modalidades tradicionales y Blitz.
El festival todavía no concluye, restan disputarse dos rondas, que pueden llegar a convertirse en las más importantes de la vida ajedrecística del campeón. Si Pablo logra terminar la competencia liderando en solitario, se convertirá en el deportista argentino más joven en conseguir el título de Maestro Internacional (MI).
Durante la competencia, Acosta cuenta con el acompañamiento del Gran Mestro Diego Flores, entrenador de la Escuela de Talentos de la ULP y recientemente reconocido por Clarín con el premio Revelación 2013.
El desempeño del campeón
Con 7 victorias sobre la misma cantidad de partidas disputadas Pablo Acosta se convirtió en el nuevo campeón Sudamericano juvenil. Su inmediato perseguidor, el chileno Aguirre Contreras se ubica a dos puntos, pero más allá de los resultados que logren en las rondas restantes, el ajedrecista de la ULP tiene por ganar la partida entre sí.
“A lo largo de la competencia Pablo ya sumó 88 puntos en el ranking ELO. Por el momento tiene una performance de 2840 puntos, ¡esto es al impresionante!”, expresó Claudia Amura, jefa del programa Ajedrez de la casa de estudios, tras recibir la noticia que llegó desde Uruguay.
El joven talento también se adueñó del Blitz
Además de consagrarse en la modalidad tradicional, Pablo Acosta también recolectó victorias, aplausos y una nueva medalla de oro en la competencia de partidas rápidas disputada el 10 de septiembre.
Allí, para consagrarse campeón, Pablo consiguió 6 puntos sobre 7 en juego. Para llevar a cabo la modalidad Blitz, se realiza una pausa en el certamen tradicional sudamericano y el festival se convierte, por una tarde, en una jornada de ajedrez relámpago, para que luego los ajedrecistas retomen con las partidas clásicas.