“En la primera instancia dictamos una charla con ciertas pautas a implementar en el ámbito laboral y para que los trabajadores repliquen en sus hogares. Explicamos el ciclo de vida del mosquito y cómo evitar su reproducción. Destacamos puntos básicos a tener en cuenta como las bocas de cocina, las macetas y los sifones de baño”, comentó Hernán Flores, del área Edificios y Espacios Verdes. Una vez culminada la capacitación, nombraron a un grupo de referentes de cada edificio para pasar información entre pares y monitorear.
Otra de las líneas centrales de la prevención es la limpieza. En la Universidad ya limpiaron y descacharraron todas las áreas al aire libre. Las tareas se mantendrán periódicamente y lo replicarán en las escuelas públicas digitales, rurales y de adultos que pertenecen a la ULP. También está contemplado incluirlo en el Instituto de Idiomas.
“Es una etapa exclusivamente de prevención y no de fumigación. Hay que estar atentos a los desagües, a la canilla perdiendo, al tarro donde le damos agua al perro. Es algo que afecta a toda la sociedad y todos tenemos que poner de nuestra parte”, finalizó Edgardo Farías, técnico de Seguridad e Higiene.