“No solo captamos los números, lo cuantitativo, fuimos viendo lo cualitativo de los gestos y examinando con el profesor y la entrenadora detalles claves para las patinadoras, como detectar si tienen el glúteo inhibido y en función de ese detalle en qué les puede llegar a perjudicar el rendimiento”, explicó el licenciado Damián Aimar, responsable del laboratorio de biomecánica del Campus ULP.
“Es muy importante la calidad de las ejecuciones en cada testeo”, indicó Aimar, poniendo la mirada integral.
Esta semana, fueron evaluadas patinadoras del Club Vida en Patines, además de una reevaluación a jugadoras de futsal de River Plate San Luis (ya habían sido medidas hace tres meses), juveniles de handball del equipo federado del Campus y futbolistas del plantel superior de Victoria.
Damián indicó que “en los protocolos tenemos una visión integral, no solo cuestiones vinculadas al rendimiento, también a la prevención de lesiones. En patín, por ejemplo, fue un test global más analítico desde la perspectiva funcional como dorsiflexión de tobillo, movilidad de cadera y estabilidad dinámica lumbopélvica. También evaluamos la prensión manual, en alfombra de contacto buscamos obtener el índice de energía elástica, y fuimos viendo lo cualitativo de los gestos y examinando detalles en la calidad de cada movimiento”.
El laboratorio de biomecánica del Campus ULP está abierto a todos los deportistas y a todas las federaciones y asociaciones deportivas de la provincia, y se transforma en una herramienta determinante para sentar las bases de una pretemporada, y buscar el máximo rendimiento de cada deportista en particular y de un plantel en general.